Madre aunque no me escuches déjame decirte
que tú fuiste el nido donde yo me formé
estuve 9 meses viviendo dentro de ti
fuiste mi primera estancia, mi primera casa
y el primer amor que yo conocí
Miles de veces escuché tu nombre
y aunque estaba en tu vientre no te conocía,
dentro de ti se fue formando mi corazón
mis venas, mis arterias y todo lo que soy.
Cuando nací me alimenté de tus senos
fuiste la mujer que Dios me había escogido
para que viviera, me cuidara, me diera su amor
ahora, solo me queda tu imagen en mi memoria.
Dios quiso que regresaras a tu lugar: el Cielo
cumpliste con tu deber, dejaste en mi alma
tus ejemplos, y las huellas de tu amor
Dios te eligió como dulce guía de mi vida
Sin embargo déjame decirte que lloré amargamente
cuando el destino ya trazado nos separó
ahora estoy aquí dialogando contigo
con mi pensamiento, recordando el ayer.
Aunque tu vida se separó de la mía
no te olvido, ni de noche ni de día,
quizás broten lágrimas de mis ojos
por no poderte abrazar, pero sé que tu alma está conmigo
porque tú no has salido nunca de mi corazón.
(Maria Luz Novoa)
No hay comentarios:
Publicar un comentario